"Su memoria está encerrada en una jaula y, con la fuerza necesaria, la cerradura puede romperse"
Danny Boyle se ha convertido en uno de mis directores de referencia. Lejos de encasillarse en algún género y temática en particular, el inglés nos ha llevado - con excelentes niveles de calidad - a la deprimencia de las drogas, a un mundo post-apocalíptico, a un largo viaje al Sol o a la felicidad escondida dentro de la vida de un pobre indio en su, para mí mejor película, Slumdog Millonaire.
En Trance, Boyle nos lleva al cine de robos y atracos en un thriller protagonizado por una banda que planea atracar una casa de subastas para llevarse consigo un valioso cuadro. Tras el atraco, James McAvoy, en el papel protagonista, recibe un golpe en la cabeza que le impide recordar dónde escondió el cuadro, así que la banda decide contratar a una hipnoterapeuta que ayude a Simon encontrar dentro de su mente dónde está la valiosa pieza robada.
Como todo thriller que se precie, en Trance, detalle a detalle se van desvelando partes de una trama que se vuelve oscura y retorcida por momentos, mostrando un aparente descontrol a nivel argumental y emocional que puede llegar a descarrilarte del hilo argumental de la película.
Por un lado, es innegable la capacidad del director para transmitir emociones a cualquier rincón de la sala de cine, y por otro lado, el espectador a veces no sabe si pensar que Boyle es un genio por crear una historia tan compleja o, por el contrario, ha intentado ejecutar un argumento tan enrevesado del que pierde el control. Aquí, un servidor, necesitaría un segundo visionado para tener una decisión más concisa y comprobar que realmente todos los cabos están bien atados, ya que es una de esas películas en las que cada detalle importa, y en esencia es eso lo que, para mí, hace que una película como esta gane puntos.
Aunque el curso de los acontecimientos pueda verse un tanto forzado, lo cierto es que la mezcla de géneros en simbiosis con la historia individual de los protagonistas deja de sí un film complejo que gustará a los fans del cine para intelectuales.
Además, Trance cuenta con el aliciente de la pérdida de memoria y juegos de la mente, colocando a la película en el ambiente perfecto para aquellos que tienen hambre de misterio, justificación necesaria que evita que el guión sea duramente criticado por los diferentes giros argumentales que puedan aparecer.
Además, Trance cuenta con el aliciente de la pérdida de memoria y juegos de la mente, colocando a la película en el ambiente perfecto para aquellos que tienen hambre de misterio, justificación necesaria que evita que el guión sea duramente criticado por los diferentes giros argumentales que puedan aparecer.
La excelente fotografía y banda sonora - como es habitual- unida a unas interpretaciones de un trío protagonista, que domina la pantalla en todo momento, terminan por ser la guinda de un pastel muy fácil de digerir, del que al mismo tiempo nos costará entender de qué ingredientes ha sido hecho.
Nota: 9/10
Joe, ya la vi hace un par de semanas y se me olvidó comentarte! Me pareció bastante divertida y macarrilla con sus toques de sexo e incluso gore. Los giros de guión bien, aunque llega un momento en que se enreda demasiado para mi gusto, aunque a su favor está que no se toma muy en serio a sí misma jeje. El estilo modernillo de Boyle le queda muy bien la verdad, y los actores guay también, pero...Francesco de Goya???? WTF!!!! Jajajaja
ResponderEliminarMe gustó bastante, me pareció que esta historia de giros imposibles está muy bien llevada y el trío protagonista está a la altura. Muy recomendable.
ResponderEliminar¡Saludos!