¿Cuánto sabe del miedo? Todo y más.
Con Skyfall se celebra el 50 aniversario de las pelis de Bond, siendo ésta la saga más longeva de la historia del cine :en sus 22 películas, 007 ha matado a más de 150 hombres y disfrutado de más de 40 mujeres. Pero bueno, curiosidades aparte, la verdad es que sin ser muy devoto de las películas del famoso espía las de Daniel Craig me han gustado por mostrar el lado más humano que se esconde tras las apariencias de uno de los tipos más duros del cine, emocionalmente hablando.
Bastante ha tardado en estrenarse la tercera de las películas de James Bond con Daniel Craig al frente tras varios retrasos debido a problemas económicos de la Metro Goldwyn Mayer, y más aún me ha tocado esperar a mí que, no sé por qué, la película en Australia se ha estrenado con casi un mes de retraso (el 22 de noviembre de 2012). ¡Pero ya por fin la vi!
Luchando por la resurrección
Tras una primera escena de acción magistralmente rodada, Sam Mendes consigue meterte de golpe en la pantalla. Aunque comenzamos en Turquía, en una de esas típicas misiones de espía y persecución, Skyfall no es simplemente una película más con un nuevo villano y sus respectivos malvados planes, está vez el agente más famoso de todos los tiempos tendrá que luchar por la supervivencia del MI6 (Servicio de inteligencia secreto, vamos, su empresa), que se ha visto totalmente en peligro tras la filtración de la identidad y paradero de muchos agentes activos actualmente en diferentes misiones.
Craig, Daniel Craig
En Skyfall nos encontramos ante un Bond en horas bajas. Caído y dado por muerto, Bond decide "vivir su muerte" desaparecido de la faz de la tierra hasta que descubre que el MI6 está siendo atacado por terroristas, es entonces cuando decide volver.
Quiza el Bond que menos me ha gustado de las tres entregas de Craig. Despues de un Bond totalmente humano en Casino Royale, y otro aún más decidido en Quantum of Solace, 007 deja un poco de lado su personalidad y a favor de ofrecer una temática más oscura y menos tradicional enfrentando a dos secundarios que le roban el protagonismo a un 007 que ni pincha ni corta en el resto de la historia.
Bardem y el síndrome del Joker
En el momento en que aparece Javier Bardem en la piel de Raoul Silva, 007 pasa a un segundo plano de una manera descarada. Bardem interpreta a un villano que tiene muchísimas semejanzas con el Joker de El Caballero Oscuro, aire de total despreocupación, locura y sentido del humor a partes iguales.
Atormentado por el pasado, el único objetivo de Silva es hacer caer el MI6 y, en especial a M, que cobra mayor protagonismo en la historia en lugar de ser sólo una jefa que da órdenes a Bond.
Nota: 7/10
Skyfall es, quizá, la que más se aleja de todos los estereotipos del típico Bond, pero no por ello es la mejor. Entretenida en un principio y con gancho cuando llega a su mitad, poco a poco se va volviendo un poco más lenta hasta llegar a un desenlace que puede pecar de aburrido.
Eso sí, repleta de elegantes escenas para el lucimiento de Bond, como de cosumbre, no creo que ninguno pueda ir a verla con una idea equivocada de lo que se pueda encontrar. En ese sentido Skyfall cumple con lo que se espera de ella.