El primer día de tu primer empleo, una puesta de sol, un reencuentro con alguien a quien llevabas tanto tiempo sin ver, llegar ansioso al estreno de la película, el viaje a aquel sitio por entonces desconocido, marcar el gol que da la victoria a tu equipo.
Vivimos de momentos.
En este momento, sentado en el tren, veo cómo me alejo de ti, de un lugar que es un hogar para mí, de recuerdos que forman parte de lo que soy.
Al fin y al cabo, estoy tan agradecido de lo que soy, de lo que pienso, de lo que vivo, de lo que siento, que nada en este mundo conseguirá provocar en mí una mayor devoción que la de seguir adelante con las intenciones que día a día satisfacen la necesidad de querer continuar mi historia.
Somos la suma de todos esos pequeños grandes momentos, sí.
ResponderEliminarMirar hacia adelante y no saber qué va a pasar mañana. A algunos esto les aterra, a otros, como a ti, les llena de emoción y expectativas. Tienes todo por ganar, porque todo lo sabes disfrutar y no te aferras a las cosas como si fueran tu última salvación. Un beso grande!
ResponderEliminarHay que tener una mente en dos sentidos, se puede mirar para atrás, para no caer en los mismos errores y no repetirlos, pero siempre caminar hacia adelante porque eso es lo que te hace avanzar y no estancarte, eres valiente y una persona excelente, podrás con todo lo que se te ponga por delante ;)
ResponderEliminarBasta con que compartas un poco de esa devoción con alguien, para que dejes una huella indeleble como la que has dejado aquí... :).
ResponderEliminarHonesto siempre con lo que pienses, sientas y digas, todo lo que vivas habrá merecido la pena.
La vida esta llena de momentos buenos y malos, a la hora de hacer balance mejor recordar siempre los buenos y felices
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