Soy el amo de mi destino Soy el capitán de mi alma |
Pues esto es lo que me ha pasado con Clint Eastwood. No he visto muchas películas de éste tipo pero sin embargo sé que lo que voy a ver es un material, como mínimo, decente. Y por eso haciendo el otro día la compra me pillé un par de pelis suyas que venían en un pack en Blu ray por 16 eurillos: Million Dollar Baby, e Invictus.
Invictus nos cuenta parte de la historia en un momento trascendental en la vida de Nelson Mandela, justo cuando sale de la cárcel en la que estuvo tantos años y consigue llegar a la presidencia del país de Sudáfrica.
A partir de este momento su principal prioridad para el país será la de unir la nación, que se encuentra separada por odios entre los negros y los blancos del país.Para ello, intentará lograrlo ganando el próximo mundial de rugby, que se celebra en el propio país.
Invictus nos cuenta parte de la historia en un momento trascendental en la vida de Nelson Mandela, justo cuando sale de la cárcel en la que estuvo tantos años y consigue llegar a la presidencia del país de Sudáfrica.
A partir de este momento su principal prioridad para el país será la de unir la nación, que se encuentra separada por odios entre los negros y los blancos del país.Para ello, intentará lograrlo ganando el próximo mundial de rugby, que se celebra en el propio país.
La película nos cuenta la historia desde tres principales puntos de vista. Como protagonista (obviamente) tenemos a Morgan Freeman en el papel de Nelson Mandela. Su interpretación ha valido para una nominación al Oscars y no es para menos. Parece que ha sido duplicado en cuerpo y alma al original.
Matt Damon interpreta al capitán del equipo de rugby. No lo hace nada mal (también fue nominado al Oscar) pero hay algo de este actor que no me termina del convencer, le veo poco carisma en las películas en las que aparece.
Por último lado, tenemos al grupo de guardaespaldas del presidente, que son una mezcla de negros y blancos que empiezan teniendo bastante rivalidad dado el conflicto del país entre razas, pero que poco a poco van adaptándose a la filosofía que quiere conseguir Mandela, donde puede verse una constante evolución.
Pero en general, el principal defecto que le veo a la película es que es la gran objetividad con la que se cuentan los hechos, casi podría decirse que es una especie de documental. En ningún momento de la peli se ve un intento de empatía hacia los personajes.
Si Eastwood no ha querido centrarse en los sentimientos de los protagonistas, me hubiese gustado que al menos intentara reflejar aún más la situación del país: Cómo vivían los blancos, cómo vivían los negros, algunos personajes secundarios que no tuvieran relación directa con el presidente... cosas así. Seguro que las mayores preocupaciones del país en aquel momento por parte de la población no era el color y el nombre del equipo de rugby.
Aún así, en algunos momentos (sobre todo en la recta final) consigue emocionar un poco y que nos sintamos identificados con la alegría de los sudafricanos y la del propio Nelson Mandela al ganar ese mundial de rugby. ¿Será que tengo el mundial de fútbol demasiado reciente? Puede ser... Es en estos momentos cuando me acuerdo de las declaraciones de los políticos españoles, que decían que la confianza que ganaríamos los españoles si ganásemos el mundial podría ayudarnos a salir de la crisis.
El recuerdo que tendré de esta película será sin duda la emblemática imagen final: La copa del mundo alzada al aire por una mano blanca y otra negra.
Nota: 7/10
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he llorado en voz alta.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
Bueno Sr. Iglesias, ya que ha destripado usted el final (es broma, seguro que no es relevante para la historia) díganos al menos de quién es el poema.
ResponderEliminarBesos!
Patri, son hechos reales, se supone que eres una persona culta y ya sabías eso :P
ResponderEliminarEl poema es de William Ernest Henley, y puedes saber más sobre el en http://es.wikipedia.org/wiki/Invictus