El principio

2008, 2 de agosto a las 3 de la mañana, en Colombinas, con Sonia.

Hoy he estado hablando con Cassandra, como siempre, me ha estado dando la tabarra sobre ti y sobre mí. Siempre intenta meterme en la cabeza lo que ella quiere que yo haga intentando que las cosas salgan a su manera y ha sido cuando entonces, me he acordado de este momento…

Yo estaba recién llegado de Malta y apenas te conocía entonces, aunque ya empezabas a hacerte un huequito en nuestro grupo. Siempre venias con Carri, no hablabas mucho pero tampoco parecías cortada hasta que, poco a poco, te fuiste adaptando y fue en este momento cuando me di cuenta de que ya no eras alguien que se venía con nosotros, ya eras uno de los nuestros, y eso me alegró.

Recuerdo el día que me di cuenta de lo que empezaría a sentir por ti, fue el fin de semana que pasamos en casa de Juanse. Era una tarde en la que volvimos de estar un rato en la playa, yo estaba tumbado en una de las camas, estaba cansado de lo poco que dormí aquella noche y tú viniste preguntando si no me importaba el que tú te tumbases en la cama de al lado (vaya pregunta…) así que estuvimos los dos ahí tirados un buen rato. No nos hablábamos nada, solamente descansábamos pero en un instante abrí los ojos y al verte me vinieron a la memoria imágenes tuyas, algunos momentos que habíamos pasado esos últimos días o algún otro rato en el que yo te observara.

Fue un momento de felicidad, un momento de esos en los que se te escapa una sonrisa sin saber porqué, así que aproveché y me quede mirándote un buen rato mientras tú descansabas, alegrándome por el hecho de que Carri te hubiera traído hacia nosotros, aunque en aquel momento pensé que ese pensamiento era una tontería, un momento de delirio mío, pero… ¡Aquí estoy! Son las 2 y media de la mañana, ha pasado el tiempo y sigo pensando lo mismo, sigo sonriendo por dentro cuando pienso en ti, aunque no se note por fuera.

Jueves, 23 de octubre de 2008